Vendaje circular: Cada vuelta rodea completamente a la anterior. Utilizado para fijar el extremo inicial y final de una inmovilización, para fijar un apósito y para iniciar y/o finalizar un vendaje. es el que utilizamos para sujetar un apósito en la frente, en los miembros o para controlar una hemorragia haciendo compresión.
Vendaje en espiral: Utilizado generalmente en las extremidades; en este caso cada
vuelta de la venda cubre parcialmente (2/3) de la vuelta anterior y se sitúa
algo oblicua al eje de la extremidad. Se suele emplear venda elástica porque se
adapta mejor a la zona a vendar. Se debe iniciar el vendaje siempre de la parte
más distal a la proximal (de dedos a corazón).
Vendaje en espiral invertida o con doblez: Prácticamente
no se usa actualmente. Se requiere mucha práctica para adquirir la destreza
necesaria para su correcta colocación. Se usa en antebrazo o pierna. Se inicia
con dos vueltas circulares para fijar el vendaje, dirigimos la venda hacia
arriba como una espiral, se coloca el pulgar encima de la venda, se dobla ésta
y se dirige hacia abajo y detrás; se da la vuelta al miembro y se repite la
maniobra anterior, terminando el vendaje con dos vueltas circulares.
Vendaje en 8 (o tortuga): Se utiliza en
las articulaciones (tobillo, rodilla. muñeca y codo), ya que permite a estas
tener cierta movilidad. Colocamos la articulación en posición funcional y
efectuamos una vuelta circular en medio de la articulación y alternamos vueltas
ascendentes y descendentes hasta formar figuras en ocho.
Vendaje en espiga: Es el más
usado generalmente. Para realizarlo debemos sostener el rollo de venda con la
mano dominante y subir hacia arriba. Comenzaremos siempre por la parte más distal.
La primera vuelta se realiza con una inclinación de
45º en dirección a la raíz del miembro, la 2ª sobre ésta con una inclinación
invertida (45º en dirección contraria a la anterior), la tercera como la
primera pero avanzando unos centímetros hacia la raíz del miembro… así, en un
movimiento de vaivén, se completa el vendaje, que al terminar queda con un
aspecto de “espiga”.
Se acaba el vendaje en una zona alejada de la
lesión y se sujeta con esparadrapo. Como siempre, se dejan los dedos libres y
se vigila la aparición en éstos de hinchazón, cianosis o frialdad. En este
caso, se afloja o se retira el vendaje.
Vendaje de vuelta recurrente: Se usa en las
puntas de los dedos, la cabeza y muñones. Después de fijar el vendaje con una
vuelta circular se lleva el rollo hacia el extremo del dedo o muñón y se vuelve
hacia atrás: Se hace doblez y se vuelve a la parte distal. Al final, se fija
con una vuelta circular.
Vendaje en guantelete: En forma de guante que cubre la mano y los dedos por separado.
La combinación de unos vendajes con otros y la práctica
adquirida por el profesional, es lo que hace el realizar un tipo de vendaje
adecuado a cada lesión a la que nos enfrentemos.
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